miércoles, 12 de enero de 2011

Espera



  Hoy, un poema de Caballero Bonald. 
Seguro que alguna vez has sufrido esta espera.






Espera


Y tú me dices
que tienes los pechos vencidos de esperarme,
que te duelen los ojos de tenerlos vacíos de mi cuerpo,
que has perdido hasta el tacto de tus manos
de palpar esta ausencia por el aire,
que olvidas el tamaño caliente de mi boca.

Y tú me lo dices que sabes
que me hice sangre en las palabras de repetir tu nombre,
de golpear mis labios con la sed de tenerte,
de darle a mi memoria, registrándola a ciegas,
una nueva manera de rescatarte en besos
desde la ausencia en la que tú me gritas
que me estás esperando.

Y tú me lo dices que estás tan hecha
a este deshabitado ocio de mi carne
que apenas sí tu sombra se delata,
que apenas sí eres cierta
en esta oscuridad que la distancia pone
entre tu cuerpo y el mío.

4 comentarios:

  1. Precioso, se nota que tienes buen gusto.
    Un saludo de la alumna que está más perdida que el barco del arroz. =)

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  2. Galván, no te equivoques, ¡en ese poema está el demonio! Indefectiblemente, ese poema lleva al epílogo epilogal. Testimonios hay -caso de solicitarse- que así lo corroboran.

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  3. Ay, Partida, uno ya va estando menos para aventuras, inventos y mixtificaciones. Pero siempre se puede tirar de oficio y sacar el manual.

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