viernes, 25 de febrero de 2011

¡Viva mi patria!

Se avecinan días de banderas, himnos, mártires, escudos, solemnidades y toda esa pedrería farragosa de lo típicamente andaluceante. Por suerte, para celebrar el día de nuestra patria chica, me voy fuera. No voy a soltarte ninguna perorata. Solo transcribo dos poemas que reflejan muy bien mi concepto de patria.




ELOGIO A MI NACIÓN DE CARNE
       Y DE FONEMAS

Los que sin fervor comen del gran pan del idioma
y lo usan como adorno o coraza o chantaje
sienten por mí un rechazo donde la rabia asoma:
yo no he llamado patria más que a ti y al lenguaje

Los que destinan himnos y medallas y amor
al cuervo de la guerra, y nunca a la paloma
de la lujuria, miran mi cama con rencor:
yo no he llamado patria más que a ti y al idioma

De la fraternidad, de la honra civil
sé que nadie la siente ni nadie la derrama
si convierte al lenguaje en una jerga vil
y en su cuerpo sofoca la milagrosa llama

Celebrar como un dios el fuego de la mano,
sentir por las palabras un respeto profundo:
sólo así el transeúnte puede ser nuestro hermano
y nuestros camaradas la materia y el mundo

La carne me ha enseñado el más hondo saber
y el lenguaje me enseña su lección vulnerable:
que el Tiempo es un abrazo del hombre y la mujer,
que el universo es una palabra formidable.

                    Félix Grande (de Las Rubáiyatas de Horacio Martín. 1970)



EN TI ME QUEDO (fragmento)

Consciente de esa circunstancia,
en muchas ocasiones emprendo largos viajes;
pero apenas me desplazo unos milímetros
hacia los destinos más remotos,
la nostalgia me muerde las entrañas,
y regreso a mi posición primera
alegre y triste a un tiempo
-como dije al principio:
alegre,
porque sé que tú eres mi patria,
amor mío;
y triste,
porque toda patria, para los que la amamos,
-de acuerdo con mi personal experiencia de la patria-
tiene también bastante de presidio.
Así,
en ti me quedo,
paseo largamente tus piernas y tus brazos,
asciendo hasta tu boca, me asomo
al borde de tus ojos,
doy la vuelta a tu cuello,
desciendo por tu espalda,
cambio de ruta para recorrer tus caderas,
vuelvo a empezar de nuevo,
descanso en tu costado,
miro pasar las nubes sobre tus labios rojos,
digo adiós a los pájaros que cruzan por tu frente,
y si cierras los ojos cierro también los míos,
y me duermo a tu sombra como si siempre fuera 
verano, 
amor,
pensando vagamente
en el mundo inquietante
que se extiende -imposible- detrás de tu sonrisa.

Ángel González ( de Palabra sobre palabra. 2005)

domingo, 20 de febrero de 2011

Emperadoras del amor

Mira qué caras de satisfacción, mira qué miradas de orgullo, mira qué hermosas sonrisas donde la luz se curva.
Son Carolina, Nazaret y Rocío, las tres alumnas de 1º de Bachillerato C, ganadoras del concurso literario de San Valentín.
Están en la biblioteca, (donde, por cierto, no se puede comer ni arrastrar las sillas ni tirarle bolitas al compañero) portando sus merecidas rosas y sus bombones sabrosísimos. Detrás de ellas, a la derecha de la estantería con los libros de Julio Vélez (ya hablaremos de este poeta de Morón) están las cartulinas con citas de amor extraídas de conocidos poemas, canciones y películas. Se trataba de acertar la autoría de las citas.
¿Lo sabes tú? Vamos a ver:

¿Quién dijo "El amor es pigre, ficto, vanilocuo? ¿En qué peli se escucha "Mi psicoanalista dijo que no me convenías, pero eras tan guapa que cambié de psicoanalista"? ¿Quién lloraba cantando "Ne me quitte pas"?
¿En qué novela una tal Emma seduce a un joven galán dentro de un fiacre que recorre las calles de Rouen? ¿Quién se vuelve loco de amor por Remedios, la Bella?

Ellas lo saben, lo supieron pronto. ¿Qué te pensabas? En el Fuente Nueva tenemos gente muy aplicada, muy leída, muy versada en la literatura y en el amor, o en el amor a la literatura. Ellas cursan el bachillerato de ciencias pero saben hasta Latín.

¿Quién dijo: "Vivamus, mea Lesbia, atque amemus..."? ¿No lo sabes? Ellas te lo pueden decir. Por eso están tan contentas.

Mira qué felicidades exudan sus pieles, mira con qué estilo posan, mira la gallardía con que arquean sus cejas.
Como estamos en crisis, ya se sabe, no teníamos rosas para las tres. ¿Cómo habrán repartido las flores?

¿Quién dijo...

 Quiero amor o la muerte, quiero morir del todo, 
quiero ser tú, tu sangre, esa lava rugiente...?

¿Quién escribió ...

El mundo es más azul y más terrestre
de noche, cuando duermo
enorme, adentro de tus breves manos?

Ellas ya lo saben, saben de Catulo, de Jacques Brel, de Aleixandre, de Flaubert, de Neruda y de muchos más, pero lo que no saben, lo que no se pueden imaginar, mira qué impaciencia por abrir las cajas, mira qué ganas de oler las rosas, lo que no saben, digo, es un decir, es que los bombones están caducados. Jejeje.

Enhorabuena a las tres.


jueves, 10 de febrero de 2011

Casi como una novela

    El país del miedo es la última novela de Isaac Rosa.
Espera que te la cuento: un tipo llamado Carlos se da cuenta de que en su casa faltan pequeños objetos y pequeñas cantidades de dinero. Así que despide a la criada, que es mora (el narrador dice magrebí). Pero en verdad quien comete estos pequeños hurtos es su hijo, al que un compañero de clase maltrata. El padre, para acabar con el pequeño problema,  pide cita con el director del colegio, pero el pequeño matón lo ve y acaba también extorsionando al padre. Al final, un cuñado de este, que es policía, le da una paliza al niño, lo encierra en su maletero y ya está. Fin de la historia.
¿Sabes cuántas páginas tiene el libro? ¡Pues 314! Y sin dibujitos ni notas a pie de página.
¿Será posible? Pues claro, el truco está en lo siguiente: cada dos capítulos el narrador divaga sobre todos los tipos de miedo existentes: el miedo a que te asalten en casa, el miedo a que te peguen una paliza por la calle, el miedo a que tu hijo recién nacido se te caiga, el miedo a los hoteles solitarios, a los descampados, el miedo a los pobres, a los mendigos, a los resentidos, a los pobres resentidos (esto por lo visto es lo más peligroso, puesto que lo repite mucho), y así todo el rato.
¿No parece que estos capítulos están para rellenar, pues la historia es muy simple y aburrida? Incluso alguno de estos capítulos no es más que una recomendación sobre defensa personal extraída de Internet, o las "Recomendaciones de viaje a la República de ¡Guatemala! (sic)" ofrecidas por el ministerio de Asuntos Exteriores. ¿Por qué Guatemala? 
Yo creo que la novela ha aburrido hasta al propio autor. Mira lo que dice en la página 146: "Aún cabe incluir un tercer episodio, bien diferente, en este aburrido historial de experiencias propias". Ja, ja, ja, ya está cansado de escribir. En el fondo sabe que su historia es un rollo, un peñazo, un pestiño que no interesa a nadie.
¿No parece sino que la palabra "plúmbeo" se inventó para esta novela?


Suele decirse que en literatura la historia es lo de menos (asunto este que podríamos discutir), y que lo importante es el estilo, el cómo se cuenta la historia.Son muchas las novelas cuya trama es sumamente banal pero cuentan con un estilo poderoso, brillante, personalísimo, que las salva. Obviamente, no es el caso: en mi vida he leído nada más plano, aséptico, impersonal. Una cosa como escrita por una computadora o un delineante.
La novela está llena de frases como estas:
"Siempre llega con unos minutos de adelanto, prefiere salir con tiempo suficiente en previsión de un eventual atasco que le retrase y deje a Pablo solo a la puerta del instituto".  
O: "Por la mañana Pablo dice que le duele la barriga, que está malo y no quiere ir al instituto. Sara interroga al niño sobre el posible origen de su dolencia..." Y así hasta 314 páginas.

Pues bien, lo que verdaderamente da miedo viene ahora. La novelita ha recibido el ¡Premio Fundación José Manuel Lara 2008 a la mejor novela del año! No me digas que no es para echarse a temblar. ¿Qué han bebido los del jurado?, pensé. ¿Doble V? ¿Larios de garrafa? ¿Licor 43 con piña?
Por si fuera poco, el jambo, ya premiado, sale y dice: 

"Es una novela de miedo, sobre el miedo y contra el miedo".   Y  "Me interesan, como decía antes, obras y autores que proponen una literatura más exigente, que desnudan las trampas de la ficción y hacen la labor "desacralizadora-sacrogenética" que decía Martín Santos." 
¿Le interesa una literatura más exigente? Entonces no se leerá a sí mismo.
¿Que desnudan las trampas de la ficción? Sus trampas son muy evidentes: una historia moña trufada de reflexiones simples y sazonada con cualquier otro texto que venga bien.
¿Labor desacralizadora-sacrogenética? ¿Lo que, maestro? 

Ricardo Senabre ensalza el libro en una crítica para el Cultural. Lo que pasa es que no me creo nada.
Se ve que Ricardo Senabre también tiene que ganarse la vida. Mira a qué galimatías acude para justificar lo injustificable:


"El país del miedo parte de una teoría que poco a poco va siendo desalojada por el ejemplo práctico. Es como si, con una orientación casi didáctica y ejemplarizante, se arrancara de una concepción que podría calificarse como ensayística del tema central para desarrollar luego una historia -una novela, en suma- cuya función esencial fuese la de confirmar aquellos planteamientos iniciales."

Ja, ja. ¿No te da risa? Es como si..., orientación casi didáctica y ejemplarizante...,  podría calificarse, como ensayística... ¿No parece querer decir: "es como si hubiera hecho una novela pero casi que no"?

Además, a mí me da que es al revés. El tío ha escrito la historia y luego ha metido los capítulos con el rollo teórico sobre el miedo. ¿Que la novela se queda corta? Pues te meto unos apuntes sobre la peligrosidad en Guatemala. ¿Qué la concepción como ensayística del tema queda un poco noña? Pues, para darle profundidad, te meto tres citas sobre el miedo de Zygmunt Bauman, Ray Surette y Mike Davis. Ya sabemos que cuanto más desconocidos sean los tipos más prestigio tienen.

Pero Ricardo Senabre continúa con la crítica y ya ni se molesta en disimular:
 Algún pasaje reiterativo y desmañado, como el de las páginas 220-223, hubiera necesitado una reescritura.

¿Solo una?

Posee, como virtud esencial e indiscutible, la plasticidad de una prosa rica y variada, que a veces basta por sí misma para sostener historias poco imaginativas.

¿Historias poco imaginativas? Ja, ja. Más bien, el ejercicio de estilo de un 1º de la ESO.
En fin, para ir terminando. Que El país del miedo fue premio Fundación José Manuel Lara 2008 a la mejor novela del año, un premio que han ganado gente tan importante como Andrés Trapiello o Vila-Matas.
¿Qué diablos se escribió en 2008 para que esta novela fuera premiada?
Isaac Rosa es columnista habitual de Público. Si lees sus artículos verás que siempre está criticando al PP y defendiendo al PSOE. Lo que daría miedo de verdad es pensar que la concesión del premio es una recompensa por tantos años de fidelidad a una ideología, un reconocimiento a la denodada entrega a la causa. Menos mal que esto es España y aquí estas cosas no pasan. 
Le decía Melibea a Calisto al principio de la Celestina: "Pues aún más igual galardón te daré yo si perseveras".
Pues eso.

martes, 1 de febrero de 2011

¿Animación a la lectura?

    Lunes. Seis de la tarde. En un autobús camino de la escuela de idiomas. Entre un brazo y el sobaco sostengo el libro de inglés. El otro brazo está extendido. Necesito una mano para agarrarme a la barra. La barra está fría, como siempre, ya sea invierno o verano. Quiero decir que voy de pie, aunque no hay demasiada gente. Todo el mundo, eso sí, va en silencio, cosa que agradezco. Casi todos van mirando la calle a través de las ventanas. Hay un viejo cabizbajo, no sé si dormitando o ensimismado en sus zapatos. Hay una boliviana, o peruana, o ecuatoriana, joven, hermosa, con un velo de tristeza en los ojos. Hay también otra mujer, pero con ojos de obsidiana. Yo los observo a todos, imaginándome la vida de cada uno de ellos, intentando averiguar sus preocupaciones, sus deseos, sus felicidades. Cualquier cosa antes que repasar los ejercicios de inglés. Y cuando ya estoy a punto de bajar los veo.
Brillantes, orgullosos, despepitándose por ser vistos:

¡Poemas de Machado y de Juan Ramón Jiménez pegados en las paredes del C2!
¡Toooma! Guay. Fetén. ¡Mooola mazo!
Me acerco. Los leo deprisa. Este es uno de Machado:

              I
Este amor que quiere ser
acaso pronto será;
pero ¿cuándo ha de volver
lo que acaba de pasar?
 Hoy dista mucho de ayer.
 ¡Ayer es Nunca jamás! 

              II
 Moneda que está en la mano
quizá se deba guardar:
la monedita del alma
se pierde si no se da.


Y debajo del poema, los creadores de la iniciativa. El Instituto de la Cultura y las Artes del Ayuntamiento de Sevilla. Con la colaboración de Tussam. Se trata de una campaña de animación a la lectura. ¡Ah! ¡Oh!

¡Toooma! ¡Fetén! ¡Guay! ¡Mooola! Hasta aquí el ditirambo. 

Pero (ahora las preguntas), ¿no ha dado esta ciudad otros poetas? Que se me caiga el pelo que me queda si critico a Machado pero, ¿de verdad que solo se anima a la lectura con esos poemas? ¿Alguien se va a bajar del autobús antes de la parada prevista y  lanzarse a una librería para comprar las Soledades, galerías y otros poemas? Y, ¿es obligatorio que el poeta sea sevillano? ¿O andaluz? ¿Somos menos andaluces si pegamos el poema de un vasco en el 32? ¿O de un chileno en el 50? ¿O de un griego en el A1?

Aplaudo la idea de utilizar el transporte público para animar a la lectura con poemas o con lo que sea. 
¡Fetén! ¡Guay! ¡Mooola!

Pero, ¿no parece que los mandamases del Instituto de la Cultura y las Artes del Ayuntamiento de Sevilla no han leído a otros poetas? ¿No da la sensación de que no se han preocupado demasiado en seleccionar los poemas? Me los imagino en sus rutilantes despachos, sentados alrededor de sus redondísimas mesas:

-A ver, ¿qué poeta elegimos?
-¿Qué tal, no sé, Machado mismo? Es conocido por todos y, sobre todo, de aquí, de Sevilla.
-Pero..., ¿Antonio o Manuel?
-Por dios, eso ni se pregunta.
-Bueno, vale, pero... ¿qué poema? Ese tío escribió muchos.
-No sé, espera a ver, que te busco alguno en el google. 

Repito: Machado es un poeta excepcional y qué te voy a contar que no se haya dicho ya. 
Repito: aplaudo la iniciativa. ¡Toma!, fetén, etc...
Pero yo me bajo del autobús con la sensación de que los dirigentes del Instituto de la Cultura y las Artes del Ayuntamiento de Sevilla, con todas sus mayúsculas a cuestas, no han leído más que algo de Machado,  el  Platero, el Romancero Gitano de Lorca y algún soneto de Miguel Hernández. 
O eso o es que son muy perezosos.
Para animar a la lectura, ¿tenemos que tirar siempre, siempre, de los clásicos, de nuestros clásicos? ¿Y hay que ofrecer siempre, siempre, una imagen solemne de la poesía? ¿Tiene que ser la literatura una cosa profunda siempre? ¿De verdad que así es como mejor se anima a la lectura?

Les explico poemas de Machado a mis alumnos, por supuesto, pero sé que se enganchan más y antes a la literatura y a la poesía con cosas como estas:


Y por lo visto la cogida fue larga y meticulosa, como si los querubines o los cupidos hubiesen querido que Rosario y mi general disfrutaran plenamente de su última experiencia amorosa, al menos aquí, en la parte mexicana del planeta Tierra. Y así pasaron las horas, con Rosario y mi general enzarzados en lo que los jóvenes y no tan jóvenes llaman hoy una pisada o un guagüis o un burrito o un palo o un clavo o un parcheo o un pa tus chicles o un pa tus tunas o un te voy a dar pa dentro de tres días, aunque ellos lo que se estaban dando era para el resto de la eternidad.

                      (Roberto Bolaño, Los detectives salvajes. Ed. Anagrama) 
 


 NO ESTAMOS SOLOS

                Para Sergio, Jorge, Alfredo
               mis amigos de Guadalajara, México 
 POLÍTICOS con adicción a la verdad,
banqueros que cuando escuchan
la palabra hambre
derraman lágrimas,
militares que reniegan de sus medallas,
mujeres despampanantes, altas,
que se enamoran perdidamente de ti
por lo que eres, 
por tus cualidades humanas.

Dicen que esos seres existen,
que no son una leyenda urbana.

Y yo quiero creerles.

Por qué íbamos a estar solos en la galaxia.

(Karmelo Iribarren,  Seguro que esta historia te suena. Poesía completa. Ed. Renacimiento)


EL BOSQUE

HABLABA de sí misma como quien pega hachazos.
Si no andabas con vista te aplastaba
alguno de los árboles que crecía en sus bosques:
tristeza, decepción, cansancio, oscuridad.
Una vez se tomó tantas pastillas
que hasta sus propios ojos se tragó.
Pero tenía piernas sinuosas como caminos infestados
de ladrones
y sabía el secreto de las pócimas que avivan el deseo.
Sentía que al amarla era a la muerte a quien amaba.
La muerte hace el amor con manos más perfectas que
la vida,
pero siempre lo acaba abandonando a uno.
Ella se fue definitivamente
una noche que el gas la besó como nunca
ninguno de nosotros supo hacerlo.

(Jesús Aguado, Mendigo. Antología 1985-2007. Ed. Renacimiento)


¿No te pegan más estos textos para un autobús urbano? ¿No hay vida más allá de Machado? ¿Qué será lo  siguiente? ¿Una representación de los Álvarez Quintero en el Parque de María Luísa? ¿Gabriel y Galán en el metro? ¿Los cuentos de Rodríguez Almodóvar en las puertas de los taxis? ¿No debería el ICAAS promocionar a otros autores? ¿No ha estudiado ya bastante el personal a los clásicos en el instituto? Todos sabemos ya quién es y qué ha escrito Machado pero... ¿saben los del ICAAS que existen otros nombres, otros libros, otros estilos, qué sé yo, otras cosas?